Читать книгу Un mundo made in China. La larga marcha hacia la creación de un nuevo orden mundial онлайн

28 страница из 58

China fue y es dependiente. Pero no necesariamente lo es ahora de las mismas cosas que lo era antes, sean propuestas políticas, personas y/o recursos. Su carácter de dependiente marca a fuego su devenir, y a tal punto es importante esta observación que realiza grandes esfuerzos políticos y materiales para abandonar esa condición. Ese aspecto fue el detonante de este trabajo, que va desde la dependencia de China al largo camino que la lleva a la independencia, la que tiene una manifestación reveladora en la mayor iniciativa de infraestructura que tiene lugar en este momento en el mundo, y que China diseñó, promueve y financia. Me refiero a la Nueva Ruta de la Seda, que ahora se la conoce como Belt & Road Iniciative (BRI).

Sobre ese camino se pronuncia con formatos novedosos, con los que planea involucrar a sus vecinos, primero, y luego a todo el resto del mundo posible, para comprometerlos en una trayectoria que cree venturosa para todos (win win). Así la presenta. Sin embargo, hay otro plano paralelo, que está dado por los caminos de la interdependencia, que le resultan obligados, pues lo que ahora es China no podría serlo si no hubiese abrevado antes en el conocimiento de aquellos que avanzaron primero. En otras palabras, la dependencia está marcada por la ausencia de conocimiento: se es dependiente cuando no se es dueño del saber, cuando no se puede crear porque la llave del conocimiento no está disponible. Decimos que China se encamina a independizarse porque hasta aquí solo ha sido testigo de cómo los poderosos han establecido los estándares, patrones y normas que tienen que usar cotidianamente, tanto quienes las establecieron como aquellos que son (somos) usuarios obligados.

Правообладателям