Читать книгу Las formas del árbol. 300 años de democracia en Chile онлайн
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La Revolución Industrial, que fue contemporánea con la guerra de la independencia en Chile y en la mayoría de los nacientes países de Hispanoamérica, llegó como una tenue oleada desde Europa y Estados Unidos, sin que haya tenido algún atisbo de referente propio. Por lo mismo, el sistema productivo chileno mantuvo el ritmo marcado por la cultura económica colonial, hasta muy avanzado el siglo XX. Exactamente hasta 1939, cuando el Presidente Pedro Aguirre Cerda crea la Corporación de Fomento (Corfo) e inicia un proceso de industrialización tardío. Mientras tanto, las relaciones de producción estaban representadas en el campo por el predominio del terrateniente y el latifundista sobre el peón, el campesino, el inquilino y el mediero. En cambio, en la minería se dio un proceso nuevo, con la emergente clase proletaria, representada por el obrero, el jornalero y el capataz. El asalariado dio un giro en las relaciones de producción y enfrentó al patrón para conseguir un mejor trato y salarios justos. La historia describe que el movimiento obrero y los partidos políticos que comienzan a disputarle poder a la oligarquía surgieron en el norte chileno: en Copiapó se fundó el Partido Radical, en 1863; y en los puertos y en las salitreras de Tarapacá y Antofagasta las mancomunales obreras, que se sumaron a las federaciones que ya habían emergido en Santiago y Valparaíso.49