Читать книгу Dimelo cantando онлайн

115 страница из 120

Es frustrante que me cueste tanto estar enfadada con él.

Blake tiene que volver al trabajo, así que pagamos la cuenta a medias y, después de invitarme a cenar con ellos esta noche, nos despedimos en la puerta. Al parecer, cocina lasaña todos los lunes y está deseando demostrarme sus dotes culinarias. Parece muy entusiasmada, por lo que no dudo en aceptar.

Media hora más tarde, la camioneta de 3 A. M. aparca frente a la cafetería. He avisado a Finn de que tengo la tarde entera libre y ha insistido en venir a recogerme. Cuando me subo, me lo encuentro sentado frente al volante, con una camiseta rosa fucsia terriblemente fea que quemaré en cuanto se despiste.

—Hola, Hollie. ¿Qué tal tu primer día?

—¿Le has dicho a Alex que quieres liarte conmigo?

Directo y sin rodeos. Se le borra la sonrisa.

—Vaya, ¿se me olvidó comentártelo?

—¿O sea que era verdad? —le espeto de manera brusca. Finn da un respingo—. ¿Quieres liarte conmigo? Porque te aprecio muchísimo, pero…

—Para el carro, guapa. No eres el centro del mundo. Me reservo para mi próxima conquista, que, por si aún no te ha quedado claro, me gustaría que fuera tu amiga Chloe. Por cierto, ¿estará en la residencia?

Правообладателям