Читать книгу Dimelo cantando онлайн

116 страница из 120

—Entonces, ¿se puede saber por qué diablos le has dicho eso a Alex?

Aunque sigo molesta, es un alivio que parezca tan sincero. No quiero volver a romperle el corazón a nadie. Mucho menos a él.

Ajeno a mis pensamientos, el muy imbécil pone los ojos en blanco.

—De nada por ponerte las cosas fáciles.

Pestañeo. Será una broma.

—¿Perdón?

—Venga ya, ¿no te diste cuenta de cómo nos miraba ayer?

—¿Esperas que te dé las gracias por cabrear a mi exnovio?

—Por cabrearlo, no. Por hacer que se dé cuenta de que sigue sintiendo algo por ti. Como veo que es correspondido, me complace informarte de que mi plan va maravillosamente bien.

—No tienes ni idea de lo que dices.

—Está bien. Seré más directo. Primera pregunta: ¿sigues sintiendo algo por Alex?

—No. —Solo que enseguida me retracto—: No lo sé.

—Exacto. —Me apunta con un dedo, sonriendo—. Eso significa que sí. Como decía, si os gustáis, pues liaros.

—No he dicho que sí. He dicho que no lo sé.

Finn resopla, impaciente.

—¿Quieres que vayamos aún más lento? Está bien. Todo sea porque el amor triunfe —expresa con dramatismo. Hace una pausa y me mira de reojo—. ¿Todavía sientes algo por Gale?

Правообладателям