Читать книгу La Virgen de la Revelación. Un llamado a la conversión онлайн

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Finalizada la práctica de los nueve primeros viernes, Bruno y su familia se hicieron protestantes. Al respecto, relata:

“Enviaba notas a la maestra de mi hija, Isla, para decirle que no deseaba que tomara las lecciones del catecismo católico. También, quizás como una reacción por la vida que había llevado, de miseria e ignorancia, quería instruirme en la enseñanza de la Biblia. Había muerto el anciano pastor de la iglesia adventista de Civitavecchia y me hubiera gustado ocupar su lugar. En abril de 1947 (yo era director de la juventud misionaria del Lacio), nuestros superiores dijeron a los jefes de grupo que se preparaba una salida en público en Roma por primera vez. Habría tenido que hablar en medio de la gente en la plaza de la Croce Rossa. Para mí era una gran ocasión: si hubiese hecho impacto con un sermón bien preparado, se me habría abierto una carrera de pastor en el protestantismo”.

Sin embargo, nunca llegó a pronunciar ese discurso.

ssss1. Cf. Sciascia, G., revista Alba, 9 de mayo de 1982.

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