Читать книгу Estudios sobre la psicosis. Nueva edición reescrita y ampliada онлайн
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En efecto, la noción de enfermedad mental, en su sentido más naturalista, hurtaba al loco cualquier posibilidad interna de remedio y lo condenaba a un destino que la naturaleza había elegido para él. Pues bien, todo lo contrario leemos en el sin par ensayo sobre la paranoia que Freud publicó en 1911. Sabedor de la fuerza de sus argumentos, le escribió a Jung que dicho texto «plantea el golpe más atrevido contra la Psiquiatría»115. El paso del tiempo ha venido dándole la razón. Desde entonces los especialistas permanecen divididos en dos orientaciones contrarias e irreconciliables. A unos nos parece evidente que «[…] la formación delirante es, en realidad, el intento de restablecimiento [ist in Wirklichkeit der Heilungsversuch], la reconstrucción»116; a otros les perece inverosímil esta contundente afirmación.
A mi modo de ver, esta definición del delirio basada en su función reconstructiva —trabajo delirante— guarda un parentesco incuestionable con aquella brizna de razón inalienable presente en las concepciones nosológicas de Pinel, quien a su vez se hacía eco, siquiera de forma lejana, de los filósofos de la Antigüedad, especialmente de Cicerón cuando insistía en que los «remedios del alma se encuentran en ella misma».