Читать книгу El pensamiento crítico desde Sudamérica. Tres años de "Huellas de Estados Unidos" онлайн
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En Los tres caballeros (1944), la guerra transita su etapa final. Libre ya de los intentos de seducción de los díscolos argentinos que hasta ese año se habían mantenido próximos al Eje —tanto a nivel gubernamental como a través de intelectuales de derecha que se reconocen en la profusión de publicaciones reaccionarias—, la política norteamericana se enfoca sobre los otros vecinos (los que se convertirán en potencia antes de que finalice el siglo XX): los alaba, los enaltece y los confirma en su papel de aliados. El protagonista de la película es el pato Donald, el personaje de Disney más apto para la identificación política y por lo tanto el propagandista más eficaz para la seducción sobre el continente que procura Estados Unidos en las postrimerías de la segunda guerra mundial.ssss1 Donald recibe para el cumpleaños una encomienda de “sus amigos en América Latina” que contiene tres paquetes. El primero trae un proyector en el que se puede ver un film sobre aves autóctonas del sur del continente, presentado por un profesor que se solaza en la geografía continental y se extasía en la proliferación amazónica. Avanzando hacia el otro extremo americano, la película expone el Polo Sur, pero para que el pato yanqui no deba ponerse de cabeza conviene dar vuelta el mapa: sólo esa comodidad justifica tal alteración de la ortodoxia cartográfica.