Читать книгу Atención y concentración. Hacia una evolución dirigida de nuestro cerebro онлайн
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Alguien que necesita contar que acaba de cambiar su automóvil requiere habilidad lingüística para elaborar su relato, memoria para recordar la marca, el color y las características técnicas del vehículo y capacidad visoespacial para orientarse y conducirlo sin chocar ni atropellar a nadie, entre muchas otras capacidades.
Si el cerebro no contara con una función que coordine y controle a las otras, difícilmente podría orientar su comportamiento hacia una meta.
Cuando las funciones ejecutivas se alteran como consecuencia de una lesión provocada por un daño físico o una enfermedad.
La persona afectada tiene dificultades en su vida cotidiana debido a que no puede prestar atención ni concentrarse, su comportamiento pasa a ser errático y hasta puede cambiar su personalidad: es común que se vuelva irascible.
Existen malos hábitos que afectan el desempeño de las funciones ejecutivas:
Dormir mal y poco.
Eludir la actividad física.
No controlar el sobrepeso.
Consumir drogas y alcohol.
Vivir estresado, sin hacer nada por evitarlo.