Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн

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El tiempo transcurrió, yo seguía siendo un chico rebelde y deseoso de encontrar eso que tanto quería, pero jamás volvió a ocurrir, pero eso no evitó que yo siguiese oliendo aquella ropa interior con aroma a polla y coño que tanto me excitaba y me hacía unas cuantas pajas al día en aquel cuarto triste.

Un día todos se habían ido de la casa y me habían dejado solo, eso me gustó, pues pensé que llegaría aquel chico y al notar que estábamos solos podría pasar algo, pero no pasó. Eran tantas mis ganas de alimentar aquel morbo, que en un momento de silencio escuche el chorro de una ducha.

Era obvio que no era en casa, pero mi abuelo vivía al lado con mi hermano mayor con el que apenas tenía contacto, él era de una relación anterior de mi mamá. En ese momento podría tener catorce años, así que busqué la forma de subir por la pared del patio que daba al suyo, logré subir como pude y ver el cuerpo desnudo de mi hermano, él no era fuerte, ni tampoco le vi la polla dura, pero sí su cuerpo lampiño con una polla muy delicada, un culo blanco hermoso y un cuerpo atlético.


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