Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн

7 страница из 173

Pero que con esa edad de cinco años, no sabía que se le decía así y desde entonces, todos los días al entrar en ese cuarto, buscaba en la ropa interior a ver si encontraba aquel líquido, así descubrí diferentes aromas de las pollas de aquellos dos hermanos que fueron de gran placer para mí en aquellos momentos y fue así también cómo descubrí el olor a un coño, me gustaba oler la ropa interior de aquellos hermanos.

Al cumplir seis años tomé la decisión de saber cómo los hermanos sacaban aquel líquido blanco y en algún momento les pregunté, pero recibí una bofetada por parte de uno y la risa del otro.

Pero a su vez les había dejado una inquietud y quizás morbo de saber por qué yo había hecho aquella pregunta. Así que un día me escondí en la habitación del hermano mayor, que era fuerte, con un buen culo y sobre todo con cara de macho, por el que cualquier mujer estaría encantada de ser follada.

Él notó que yo estaba escondido detrás de un armario y tal vez sintió morbo de ser observado por un niño, que era obvio que estaba buscando respuestas, así que se desnudó poco a poco y fui viendo como la polla iba creciendo, a su vez mi cuerpo iba entrando en calor y sentía una tembladera, que me gustaba lo que aquel hombre hacía y ver como jugaba con su enorme polla, sentí como mi pequeña polla estaba a punto de estallar al ver aquel espectáculo, luego noté que él me estaba viendo, se puso de pie y me dijo que saliera. En sí yo quería que me utilizara, quería ser parte de eso, pero me dijo que pusiera mis manos hacia arriba y fue allí cuando sentí que aquel líquido blanco salía de su polla, caliente, su olor me encantaba y me dijo: “Chúpala y trágatela que es leche, te hará bien”. Efectivamente le hice caso y me la tragué toda.


Правообладателям