Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн
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Nunca tuve un recuerdo de mi padre, del que mi madre se separó nada más nacer mi hermana, que era nueve meses mayor que yo. Fui consecuencia de una reconciliación casual que no dio en nada, hasta mi juventud no conocía mi padre ni a nadie de su familia, tampoco a la de mi madre, ya que fue hija única y nunca se llevó bien con su temperamental padre, pero sí sé que fue inmensamente infeliz por la falta de su madre, que murió cuando ella era apenas una niña, quizás si hubiese tenido a su madre, hoy ella hubiera sido un poco feliz y nuestra realidad hubiese sido otra.
También recuerdo que por falta de oportunidades en mi ciudad natal Neiva Huila, mi madre tuvo que tomar la decisión de salir de allí con sus hijos, para quizás buscar mejores oportunidades para todos nosotros, pero fue allí donde empecé a notar que nuestras vidas iban a estar llenas de grandes decepciones, tristezas y tal vez alguna que otra felicidad, pero muy contadas.
Al salir de mi ciudad natal, mi madre tuvo que tomar la decisión de dejarnos solos en un pueblo, Zarzal Valle a tres horas de la ciudad de Cali, con una vecina de al lado de la casa de su padre, conocida de su infancia, donde vivía nuestro hermano mayor. Al dejarnos con aquella familia abusadora, donde solo se preocuparon siempre de ellos y que solo les interesaba el dinero que mi madre aportaba a final de mes para nuestro cuidado. Pero no fue hasta años más tarde cuando mi madre se enteró de su mal trato hacia nosotros y en especial hacia mí.