Читать книгу Constance de Salm y la modernidad de su discurso feminista. Epístolas y otros escritos (1767-1845) онлайн

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No concibo bien que el público, que había acogido con entusiasmo el segundo acto y gran parte del tercero, haya mostrado tan malas intenciones para los dos últimos; muy probablemente había una cábala; si mi obra hubiera sido buena a partes iguales, la maquinación no habría surtido efecto; pero encontró partes mediocres y se aprovechó de ello con un ensañamiento que llega fácilmente a las masas (…).ssss1

El golpe emocional que ella misma había vaticinado ante el eventual fracaso de su obra se hizo realidad. La herida abierta en el amor propio de Constance no llegaría a cerrarse nunca, y ello a pesar de que se había preparado mentalmente ante esta eventualidad. El calibre de los ataques que recibiera el drama de Camille se intuye del siguiente comentario, incluido en la misma carta a Mademoiselle de Salis, fechada el 15 de marzo de 1800: «Lo único que ha turbado realmente mi filosofía es la maldad de varios periodistas que se han aprovechado y han abusado de la circunstancia con una grosería increíble».ssss1 La valoración negativa que recibió la obra y el formidable vapuleo que los periódicos infligieron con fruición a Madame Pipelet fueron la razón de que tomara la decisión de no imprimir su Camillessss1 como tenía previsto: «primero quería hacerla imprimir también, pero he cambiado de idea, más adelante podré hacerle algunos cambios y dejar que se represente de nuevo; todavía soy lo bastante joven como para esperar a que llegue ese momento».ssss1 Este proyecto de dejarla reaparecer en escena nunca llegaría a cumplirse. Años más tarde, como se ha dicho, Constance se resistirá también a incorporar esta composición en la edición de sus Obras completas.

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