Читать книгу El tercer sector en España y en Europa. Crisis y resilencia онлайн

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En comparación con los países del norte de Europa, el Estado de bienestar español se construyó tardíamente, entre finales de los setenta y los ochenta, presentando un menor nivel de desarrollo, así como un porcentaje menor de gasto público, y en especial en protección social, respecto del PIB. Puede considerarse un híbrido entre los sistemas de seguridad social bismarckianos (dirigidos básicamente a personas mayores y personas con discapacidades) y los beveridgianos (centrado en la sanidad). Las mutualidades siguen siendo una parte importante de este sistema de bienestar.

En la actualidad, el marco institucional se caracteriza por su elevada descentralización y complejidad: las políticas, fondos y servicios públicos provienen de los gobiernos tanto nacional, como regionales y locales. Además, el tercer sector encuentra dificultades en la construcción de colaboraciones estables y duraderas público-privadas.

España es uno de los países europeos con niveles de desempleo más altos y de seguridad laboral más baja. La tasa de desempleo se ha mantenido superior al 20% desde 2010. La flexibilidad laboral se ha incrementado considerablemente en los dos últimos decenios. Además, un nuevo problema se ha extendido, el de los trabajadores pobres. Son los trabajadores cuyos ingresos se hallan por debajo del umbral de la pobreza.

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