Читать книгу La noche de Iguala. Secuestro, asesinato y narcotráfico en Guerrero онлайн

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Hay manipulación en los voceros y los abogados de los familiares, y también en el llamado giei. Existe manipulación cuando se dice que los jóvenes estuvieron en un cuartel militar cuando no existe una sola prueba en ese sentido; es un sinsentido decir que se usaron hornos crematorios para quemar sus restos; o asegurar que no pueden quemarse los cuerpos en las condiciones en las que dicen los investigadores. Primero, porque no existe razón alguna, móvil alguno, para haber realizado esas acciones. Segundo, porque lo que sí existe es el testimonio de los actores reales sobre cómo sucedieron los hechos.

De lo que no hay respuesta es de otras cosas. La primera es saber por qué esa noche mandaron a los jóvenes desde la Normal de Ayotzinapa hasta Iguala. Primero les dijeron que irían a Chilpancingo, y ya en los autobuses, robados, por cierto, les dijeron que iban a Iguala. A esa misma hora se estaba realizando el informe de la esposa del presidente municipal, María de los Ángeles Pineda, cuyos hermanos y padres fueron líderes del cártel de Guerreros Unidos, ella misma identificada como una de las jefas de esa organización. El líder de Guerreros Unidos declaró, al ser detenido en Cuernavaca, que él no participó de los hechos pero que estuvo informado de ellos y que sus sicarios en Iguala lo que le dijeron es que había llegado un grupo de Los Rojos (un cártel enemigo de Guerreros Unidos, que tiene fuerte presencia en Chilpancingo y en toda la zona aledaña a Ayotzinapa) para matar adversarios.

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