Читать книгу María Cambrils. El despertar del feminismo socialista (biografía, textos y contextos (1877-1939) онлайн

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El anticlericalismo de Alarcón se mostró de nuevo días después ante la propuesta de prohibir los toques de campana y los enterramientos católicos, manifestando: «Que hace protestas de laicismo, estima que acaso perjudicaron estas medidas, ya que entiende que lo que antes hay que hacer es que los ciudadanos se hagan laicos y no acudan a la Iglesia en sus cuitas».ssss1 Hasta se atrevió Alarcón a intentar suprimir las fiestas patronales del mes de julio de 1936.

En donde sí encontró la oposición hasta de su mejor amigo, el alcalde socialista Aquilino Barrachina, fue en el proyecto de autonomía del País Valenciano. Alarcón apoyó en el mes de mayo la adhesión del ayuntamiento al proyecto de Estatut, y en julio pidió la colaboración con el partido Esquerra Nacionalista Valencia y Nova Germania, para adherirse a la soberanía del País Valencià y del Estatut Valencià, que ha de ser la «Lley que el poble se don». Paradigmático el caso de un «nuevo valenciano» más autonomista que buena parte de la propia población nativa.

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