Читать книгу Revistas para la democracia. El papel de la prensa no diaria durante la Transición онлайн
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Al haber visto la luz el 22 de mayo de 1976, Interviú no puede dar cuenta del proceso de desaparición física del dictador, la proclamación del rey Juan Carlos ni los primeros pasos del Gobierno «aperturista» de Arias-Fraga. Pero ese primer número contiene la crónica de los sucesos de Montejurra,ssss1 que da cuenta de la agresión ultraderechista contra la tradicional concentración del carlismo, recientemente convertido al socialismo por su jefe de filas Don Carlos Hugo, en ese lugar de Navarra. La acusación de connivencia del aparato del Estado con las fuerzas de seguridad se acompaña de alarmantes fotografías de los pistoleros y los heridos.
Esta primera pieza marca un poco la tónica de la revista en el futuro: denuncia valiente e imágenes escabrosas. Pero también, inequívoco posicionamiento democrático: para dejar las cosas claras, la firma del director, Antonio Álvarez Solís, que funcionará en adelante cuasi como artículo editorial, descalifica por continuista la política del tándem Arias-Fraga y condena la detención de miembros de la llamada Coordinación Democrática, el órgano unitario de la oposición. Otra pieza de gran despliegue en este primer número es la referida al fraude de la comercialización de aceite adulterado con connivencia de la Administración. Por último, y de forma también representativa de las opciones temáticas de la revista, aparece un reportaje sin firma bajo el título de «La rebelión de los homosexuales» y un expresivo subtítulo, «No debemos ocultar nuestro amor», que, aunque referido a Estados Unidos, expresa bien el compromiso «social» que mencionamos más arriba.