Читать книгу La censura de la palabra. Estudio de pragmática y análisis del discurso онлайн

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Los espectáculos con público facilitan especialmente las lecturas esforzadas. En estas situaciones el espectador no solo interactúa con lo que se dice en el escenario, sino también con las reacciones del resto del auditorio. El aplauso, la risa o el murmullo de alguien pueden indicar que es preciso un mayor esfuerzo para obtener una segunda lectura en un pasaje del texto.ssss1

1.4 LA COMPLEJIDAD DEL CENSOR

Consideremos que las sociedades se organizan en tres niveles estructurales: el institucional, el grupal y el interpersonal;ssss1 pues bien, los tres se pueden advertir en la actuación censoria. Quien censura se reconoce como parte de un grupo: ya sea una organización –oficial o no– (§§ 1.4.1-2), ya sea un grupo social sin jerarquía interna (§ 1.4.3) o ya sea un individuo que generalmente se identifica en una actuación concreta como parte de un grupo (§ 1.4.5).

1.4.1 La censura oficial

Seguramente, el prototipo de censor que le viene a la mente a cualquier lector es aquel que pertenece a una institución oficial censora.ssss1 En la Edad Moderna la censura oficial se centró primero en asuntos religiosos para pasar después a los políticos.ssss1 La Inquisición española es un ejemplo de una institución de censura religiosa (censores fidei).ssss1 Disponía de una organización compleja y bien establecida.ssss1 En ella, se podían distinguir sujetos con tareas diferentes: los delatores, los visitadores de librerías y navíos,ssss1 los calificadores, los tribunales inquisitoriales, el Consejo de la Inquisición y el inquisidor general. Quien ponía en conocimiento del Santo Oficio algún hecho punible era un delator. Se trataba de colaboradores inquisitoriales –calificadores, consultores, visitadores, comisarios–, pero también con frecuencia eran simples vecinos o conocidos del denunciado.


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