Читать книгу Universidad y Sociedad: Historia y pervivencias онлайн

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Lluch comenzó a estudiar en la universidad un poco a escondidas de su padre, que tenía previsto que se dedicara al negocio familiar. La atracción de Ernest por el estudio y la complicidad de su madre (una señora que leía todos los días la prensa, cosa nada común en aquellos años) y su hermana que siempre le apoyó, fueron más poderosas que la voluntad paterna. Comenzó el curso 1956-57 mientras hacía la mili (de voluntario en Montjuïc, para compatibilizar el servicio militar y las obligaciones del negocio familiar). Empezó Económicas sin sentir una atracción especial, casi por azar. Él sentía inclinación por la arquitectura, aunque de hecho le gustaba todo y entendía que todo podía acabar interesándole y gustándole si se entregaba y lo trabajaba. Además, Económicas era una mezcla de ciencias y letras y a Lluch la interdisciplinariedad siempre le cautivó, pero sobre todo tenía las clases por la tarde lo que le permitía seguir ayudando en el taller familiar.14 Las facultades de Económicas, por otro lado, entonces se estaban creando y eran el núcleo intelectual más dinámico y comprometido de la universidad española, y a su vez el más combativo tanto a nivel discente como docente, por reunir profesores más jóvenes y profesores consolidados que compatibilizaban su facultad de origen (derecho o letras, por ejemplo) con los retos del nuevo saber académico.15

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