Читать книгу Obras Completas de Platón онлайн

517 страница из 839

El tercer hecho de la independencia griega, en data y en valor, es la batalla de Platea, la primera cuya gloria fue común a lacedemonios y atenienses. La coyuntura era crítica, el peligro inminente, y el triunfo completo. Tanto heroísmo merece nuestros elogios y los de la posteridad.

Sin embargo, gran número de ciudades griegas estaban aún en poder de los bárbaros, y al mismo tiempo se anunciaba que el gran rey proyectaba una nueva expedición contra los griegos, y es justo recordar a los que dieron fin y cabo a lo que los primeros comenzaron y aseguraron nuestra libertad, purgando los mares de bárbaros. Esto hicieron los que combatieron por mar a Eurimedón,[7] desembarcaron en Chipre,[8] pasaron a Egipto[9] y llevaron sus armas a otras muchas regiones. Recordemos tributando nuestro reconocimiento, que obligaron al gran rey a temer por sí mismo, y a pensar solo en su propia seguridad, lejos de meditar ya en la conquista de la Grecia.

Esta guerra fue sostenida por Atenas con todas su fuerzas, y no solo por ella, sino por todos los que hablaban la misma lengua; pero cuando después de la paz se vio grande y respetada, experimentó la suerte de todo lo que prospera; primero despertó la envidia, bien pronto la envidia produjo el odio, y Atenas se vio precisada, a pesar suyo, a volver sus armas contra los griegos. Comenzada la guerra, combatió en Tanagra[10] contra los lacedemonios por la libertad de los beocios. Esta primera acción no tuvo resultado, pero una segunda fue decisiva, porque los demás aliados de los beocios los abandonaron y se retiraron, pero los nuestros, después de haber vencido al tercer día en Oinófita,[11] restituyeron a su patria a los beocios injustamente desterrados. Éstos fueron los primeros atenienses, que, después de la guerra pérsica, defendieron contra griegos la libertad de otros griegos, libertaron generosamente a los que socorrían, y fueron los primeros que con honor han sido depositados en este monumento en nombre de la república.

Правообладателям