Читать книгу La escritura de la memoria. De los positivismos a los postmodernismos онлайн

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En La Sociedad feudal, Bloch abarcaba –como en los Reyes taumaturgos– un amplio abanico de tiempo, entre 900-1300. Se proponía dibujar algo así como la cultura del feudalismo y se dejaba dominar por el influjo de la sociología a través de Émile Durkheim, de quien asumía buena parte de los conceptos manejados: la conciencia colectiva, la memoria colectiva, las representaciones colectivas o la cohesión social a través de los lazos de dependencia.

Junto a la titánica lucha por mantenerse al día en su investigación, los dos historiadores afrontaron con eficacia la labor de institucionalización de la escuela. Como parte obligada de la estrategia en el mundo académico francés, hicieron gestiones para trasladarse desde Estrasburgo a París. En 1933, Lucien Febvre consigue una plaza en el prestigioso Collège de France; en 1936, Bloch hace lo propio con la Sorbona. Ambos lanzan desde allí sus audaces postulados historiográficos, en contraposición con los historiadores empiristas y «positivistas».

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