Читать книгу La escritura de la memoria. De los positivismos a los postmodernismos онлайн

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Con esta obra, Febvre iniciaba el debate clásico entre determinismo geográfico y libertad humana, que por otro lado estaba por entonces muy en boga, en buena medida impelido por el prestigio que por aquellos años empezaba a tener en Francia la geografía. De hecho, es bastante significativo que, entre los dos fundadores de los Annales, Febvre estuvo siempre más inclinado hacia la geografíassss1 y Marc Bloch hacia la sociología.ssss1 Sin embargo, en el ámbito de la interdisciplinariedad los dos partieron de similares postulados, a través de su tendencia hacia una historia bien asentada en el espacio –las introducciones geográficas de Febvre y los análisis de los paisajes rurales en Blochssss1–, su inclinación por los temas de historia de la religiosidad –las biografías en Febvressss1 y los fenómenos colectivos en Blochssss1– y su gusto por la historia sociológica, sobre todo a través del influjo de Émile Durkheim.

Poco después de que Febvre empezara a publicar sus primeras obras, empezó a descollar también en el ámbito historiográfico francés un joven historiador llamado Marc Bloch (1886-1944).ssss1 Ambos coincidieron en la universidad de Estrasburgo durante la década de los años veinte, lo que marcaría definitivamente su fructífera colaboración, que se concretaría sobre todo en los años treinta y los primeros cuarenta, hasta que la guerra truncó la vida de Bloch. Estrasburgo era una ciudad anclada entre las dos principales tradiciones historiográficas, la francesa y la alemana, por lo que era un ámbito especialmente adecuado para un planteamiento magnánimo tanto desde el punto de vista temático como metodológico e interdisciplinar. Por otro lado, la ciudad y su región habían pasado de nuevo a Francia tras la Primera Guerra Mundial, por lo que la presencia de la tradición germánica era una realidad bien asentada.

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