Читать книгу La siderurgia de Sagunto durante el primer Franquismo (1940-1958). Estructura organizativa, producción y política social онлайн
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A mediados del siglo XIX (1856), el inglés Bessemer obtiene el acero, una vez que se ha eliminado al mínimo el contenido de carbono, manganeso y silicio en el hierro fundido. Esto lo consigue a través de una corriente de aire que atravesaba, por el fondo de un convertidor, el baño de hierro fundido que previamente se había obtenido en el horno alto. Estos elementos se oxidan por efecto del aire y de la elevada temperatura, con lo que pasan a formar parte de la escoria, y ese hierro con bajo contenido de estos es lo que llamamos acero. El convertidor Bessemer permitirá a la siderurgia europea producir nuevas calidades de acero a gran escala. La incorporación de esta tecnología por la siderurgia vizcaína fue uno de los factores que le llevaron a la primacía siderúrgica en España.
Los hermanos Siemens, para poder elevar la temperatura de llama, desarrollaron la idea de calentar previamente el aire de combustión por medio de regeneradores o apilados de material refractario calentados por los gases de combustión antes de salir por la chimenea. Con el aire caliente y utilizando gas de carbón, se pudieron alcanzar temperaturas superiores a 1.525 grados centígrados, necesarios para fundir el acero.