Читать книгу Melanie Klein. Envidia y gratitud. La matriz del odio y del amor онлайн
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En 1934 tuvo lugar uno de los acontecimientos más significativos de la historia del psicoanálisis: M. Klein presentó su “Contribución a la psicogénesis de los estados maníaco-depresivos”. La Posición depresiva, propuesta en ese artículo, se convirtió en la fuente de todo el pensamiento británico acerca de las relaciones objetales y marcó la diferencia del modelo kleiniano de la mente respecto de las tendencias freudianas prevalecientes. Con ello, la significación de su aportación al psicoanálisis parecía quedar fuera de toda duda.
Y, sin embargo, otra vez tuvo que defenderse, de nuevo frente a Anna Freud. Las llamadas Controversias (1941-1945) fueron una serie de discusiones científicas en las cuales Melanie Klein y sus aliados debían probar —frente a Anna Freud y los suyos— que el pensamiento kleiniano podía llamarse psicoanalítico. De no hacerlo con suficiencia pesaría sobre ella la amenaza de expulsión de la Sociedad Británica. La respuesta kleiniana fue una serie de aportaciones ‘probatorias’ que hoy forman parte del corpus teórico del psicoanálisis.1