Читать книгу La gran depuració. Catalanistes, marxistes, nazis, jueus i traïdors. Desmuntant l?anticatalanisme espanyol онлайн

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sino de los avatares compartidos a través de una larguísima historia. No existe nación moderna con más solera, y los españoles, la realidad tangible de esa nación, no consentirán que se dilapide caprichosamente su patrimonio de siglos, ni el marco de su historia, el depósito de su tradición cultural, la crónica de su aventura en el mundo.

Com diria Vidal-Quadras molt abans de la irrupció del monstre estatutari del tripartit, «un cuerpo humano queda exànime cuando su alma le abandona; un Estado no puede sobrevivir si exhala su Nación». D’ací, doncs, que els nacionalistes autodesignats portaveus «exclusivos y excluyentes de quiméricas naciones sin Estado» clamen per un «Estado español sin Nación, por una España desustantivizada y sin espíritu constitucional y civil que ellos puedan desemembrar a gusto con la mayor economía posible de desgaste y de peligro».

«Esta Nación ni se divide ni se rompe», clamarà des de Miami en octubre de 2012 l’expresident José María Aznar en el context d’un homenatge a la mitificada Constitució de 1812. Aznar recordarà als independentistes catalans que, a diferència dels nacionalismes, allò que reivindica la nació espanyola, «no es la imposición identitaria, sino la libertad y la igualdad de los ciudadanos». Pel desembre de 2013 Aznar va anar un pas més enllà en igualar l’estratègia de la consulta catalana a la d’ETA en el context d’un acte de la Fundación Luis Portero, fiscal assassinat pels terroristes bascos. Aleshores, el dirigent ultraconservador demanà a l’Estat una intervenció decidida i proclamà de forma inquietant que ja és hora de dir que «Cataluña nos importa».