Читать книгу El no alineamiento activo y América Latina. Una doctrina para el nuevo siglo онлайн

101 страница из 118

El segundo lustro de la segunda década del siglo XXI mostraba que América Latina ha ido perdiendo gravitación en el mundo y que los países parecían abocados a disentir cada vez más entre sí. Lo primero ha conducido a la vulnerabilidad y lo segundo a la fragmentación: ambas potencian la dependencia. Si se observan históricamente diversos indicadores –votaciones en el marco de la ONU, participación en las exportaciones mundiales, nivel de primarización de las economías, inversión en ciencia y tecnología, índices de desigualdad, atributos militares, rankingcomparado de “poder blando”, entre otros– se advierte el debilitamiento de Latinoamérica en contraste con otras regiones como el Sudeste de Asia, por ejemplo.

A su vez, si se evalúan los ámbitos e iniciativas de concertación e integración de la región, hay un franco retroceso. Una mezcla de estancamiento, fragilidad y decadencia atraviesa, por igual, aunque con variada intensidad, al Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones, la Alianza del Pacífico, el ALBA, la Celac, la OEA, Unasur y Prosur. Dinámicas exógenas como el auge de China reforzaron la primarización económica y los incentivos para buscar atajos individuales. Con la llegada de gobiernos de derecha en distintos países de Suramérica, en particular, se evidenció la preferencia por el “sálvese quien pueda” y a favor de un claro acercamiento, sino acoplamiento, a Washington. El corolario estratégico de esto ha sido el deslizamiento hacia modos de aquiescencia en vez de opciones autonómicas.

Правообладателям