Читать книгу El día a día de Marín онлайн

3 страница из 28

Los sábados me apuntaron a un curso de tenis. Papá quiere que aprenda a jugar para que algún día echemos partidos, pero para eso falta mucho. Mi monitor se llama Jaime. Le gusta mucho dar clase de tenis a los niños y a las chicas.

Delante de mi edificio también hay columpios y mesas de ping-pong. Cuando vuelvo del colegio, si hace buena tarde, mamá nos lleva la merienda a la parada y nos quedamos un ratito en el parque. Siempre hay niños del cole o de la zona. Cuando empieza el otoño ya no podemos quedarnos porque sopla aire y hace mucho frío. Si es verano, tampoco se está bien a mediodía porque te achicharras de calor. No hay árboles que den sombra a los bancos donde se sientan los mayores. Mi madre dice que ese parque lo diseñó alguien que no tiene ni hijos ni abuelos.

Justo enfrente del parque hay una tienda donde Rita vende de todo: periódicos, chuches, regalos de cumpleaños, bolis, cartulinas, fotocopias, loterías primitivas, helados, revistas, bolas de Navidad… Siempre hay cola porque todo el mundo se para a hablar un ratito, pero te atienden muy rápido.

Правообладателям