Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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Este cambio de actitud condujo irremediablemente a un enfrentamiento con el régimen por la participación y presencia de militantes en acciones de oposición crítica y denuncia social, y una evolución del modelo general-parroquial al especializado por ambientes. Las estadísticas de militancia en la organización son reveladoras de su situación; en 1955 estaban registrados 595.758 militantes, mientras que en 1960 llegaban solo a 354.549 militantes y en 1966 a 107.832 inscritos. En 1971, la situación influyó hasta el punto de que el Papa Pablo VI, a través del nuncio Dadaglio, cambiara la presidencia de la Conferencia Episcopal a favor del cardenal Tarancón188.

Desde el exterior, los mensajes dirigidos al gobierno por distintos organismos europeos sobre la exigencia de aperturismo, democracia social y sindical rompían la estrategia de este en su empeño de acercamiento a Europa y a sus instituciones. Efectivamente, el 23 de abril de 1969, el informe de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre el sindicalismo español era demoledor, exigiendo que todos los cargos sindicales debieran de ser electivos, que la autonomía hubiera de ser completa y que debiera existir la igualdad efectiva de las asociaciones de trabajadores y empresarios.


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