Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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Por aquellos días, en Barcelona seguía en plena actualidad el conflicto laboral de La Maquinista, sobre todo después de los novecientos despidos efectuados; en consecuencia, la falta de una solución pactada a corto plazo obligó a las fuerzas del orden a reprimir cualquier conato de manifestación. Esto implicaba el control de todo tipo de asociación sospechosa de colaborar contra el régimen, lo que supuso entre otras acciones la clausura temporal de la Asociación de Amigos de las Naciones Unidas194, auténtico lugar de encuentro de la oposición catalana. Sin embargo, la Comisión Preparatoria de la Asamblea no se sintió afectada por la situación haciendo caso omiso a la presión policial, de tal forma que fue incrementando sus encuentros multilaterales en busca de un acuerdo final. Estas reuniones se fueron ampliando en diversos domicilios para reducir riesgos; así, el despacho de Agustí de Semir en la calle Bruc y el piso de Pere Ignasi Fages en la Gran Vía (entre las calles Bruc y Bailén) fueron los inicialmente utilizados. Después formaron parte en estas primeras rondas de reuniones los despachos de Joan Colominas Puig, Felip Solé Sabarís, Carlos Sampons, Josep Ginovart, Pere Portabella y Mª Antonia Pelauzi e incluso el domicilio de Joan Reventós llegó a utilizarse discretamente en una reunión a la que asistieron unas treinta personas el 23 de febrero de 1971.


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