Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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Otros lugares que destacaron por su trascendencia histórica en la lucha antifranquista y donde tuvieron lugar trascendentales reuniones de la oposición, fueron el propio monasterio de Montserrat y el convento de Capuchinos de Sarriá, donde los responsables de las órdenes religiosas tuvieron un gran protagonismo.

Parece ser que los lugares de encuentro utilizados por la oposición y por la Asamblea fueron muy numerosos: solo en Barcelona había en torno a los cuarenta, y casi exclusivamente iglesias, conventos o colegios religiosos, hecho que ponía de manifiesto el profundo giro que la Iglesia había experimentado durante los últimos años del franquismo.

Así pues, los establecimientos que formaron parte de la historia de la Asamblea y que cabe destacar son el convento de las monjas Asuncionistas (en la actualidad Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones en Pedralbes); el convento de las monjas Filipenses en la calle Lincoln; las monjas Benedictinas de Sarriá-Ganduxer; las Madres Reparadoras de la calle Mahón (lugar elegido por la Comisión de Enlace); la iglesia de Pompeia de los Capuchinos en la Diagonal (reuniones del Secretariat); las monjas Benedictinas en la calle Anglí; el convento de las Carmelitas; el colegio de los jesuitas de la calle Caspe; las Escuelas Pías; la parroquia de San Isidro; el colegio de San Ignacio (jesuitas de Sarriá) y la iglesia de la Bonanova. Fuera de Barcelona, también hubo locales famosos por las reuniones clandestinas de la Asamblea, después de su expansión por toda Cataluña, sobre todo entre la IV y la X reunión de la CPAC. Sabemos que, en la reunión fundacional de la Asamblea, al menos estaban representadas veinte comarcas, por lo que los locales donde se reunían debían de superar esa cantidad.


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