Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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A finales de octubre, Franco dio a conocer el nuevo gabinete gubernamental con tres nuevas incorporaciones, todos procedentes del Opus Dei: Gregorio López Bravo (Asuntos Exteriores), José Mª López de Letona (Industria) y Alberto Monreal Luque (Hacienda). El almirante Luis Carrero Blanco conservaba la Vicepresidencia, mientras que Tomás Garicano Goñi pasaba de gobernador civil de Barcelona (sustituido por Tomás Pelayo Ros) a ministro de la Gobernación en sustitución de Manuel Fraga Iribarne, que junto con José Solís Ruiz salieron del gabinete.
Como era de esperar, la oposición calificó a este nuevo gobierno como una maniobra continuista condenada al fracaso y cuyo fin no era otro que prolongar la dictadura, cortando el paso a la democracia e imponiendo el continuismo de un franquismo sin Franco. En la práctica, el programa del gobierno se concentró en una serie de iniciativas ligadas a la negociación con el Mercado Común Europeo, ya iniciadas por el anterior gabinete, en un sistema educativo más justo, en el fomento de la exportación, en la participación de la juventud en la tarea nacional, y la descentralización de funciones a favor de las corporaciones locales. Aparentemente era un programa ambicioso, pero pronto se observó que carecía de contenido democrático, ya que, tres meses después de su puesta en marcha, seguía existiendo una política represiva sin voluntad de aceptar algún tipo de amnistía y manteniendo a la vez ocupadas las universidades con fuerzas policiales146.