Читать книгу Las metáforas del periodismo. Mutaciones y desafíos онлайн

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• El instinto periodístico que muchos periodistas mencionan con las metáforas de un sentido innato para la noticia es una especie de sexto sentido para la información. Dentro de esta metáfora estaría la del sabueso periodístico, ese que cuenta con un “olfato noticioso” para detectar cuando un asunto huele mal, o al que la nariz le avisa que ahí hay una noticia.

• Es común hablar de lo que hay en los medios como contenido. Se dice que algo está “en el noticiero” o “en el diario” como si fueran recipientes que contienen la información. La idea de “cubrir” un tema o la “cobertura” que tiene un medio se incluyen dentro de esta metáfora espacial, reforzada con conceptos como “noticia superficial” o “investigación profunda”, aquella que llega hasta el fondo de un asunto. Por eso también “esconde”, “oculta” las cosas que no puede publicar, y también “protege” sus fuentes.

• Contar una historia está en la base del periodismo narrativo, que es una de las variantes de más prestigio, pero también de las noticias sensacionalistas que apelan a las emociones para relatar los sucesos. La narración sería el aditivo periodístico a la transcripción aséptica de hechos que prescribe el modelo del espejo. Este componente sensacional puede ir desde el sentimentalismo y la exageración o el morbo hasta el invento de citas y sucesos. En defensa de los excesos literarios, Hunter Thompson, el ideólogo del periodismo gonzo, parafraseaba a William Faulkner cuando decía que “la mejor ficción es mucho más auténtica que cualquier periodismo”. Este enfoque permitiría reivindicar una frase apócrifa, atribuida eventualmente a mucha gente, que dice: “No permitas que la realidad estropee una buena historia”. Los nombres de periódicos como El Cronista o Crónica surgen de esta metáfora, así como la designación de “crónica latinoamericana” para el periodismo literario.

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