Читать книгу Psicología para terapeutas. Una guía esencial para terapeutas integrativos y complementarios y profesionales de la salud онлайн
34 страница из 59
El terapeuta
Una de las características que hace que nuestra función laboral sea tan apasionante radica en que ninguna consulta ni consultante es igual a otro; para cada uno de ellos necesitamos innovar, crear, implementar nuevas estrategias y recursos, desestructurarnos a nosotros mismos y reconstruirnos con nuevas herramientas e incorporar aportes de otras disciplinas y/o terapeutas que complementen nuestro trabajo, pues éste no termina en los límites espaciotemporales de la consulta propiamente dicha, sino que va mucho más allá. En este sentido resulta enriquecedor para los terapeutas que tomemos a cada consultante como una nueva oportunidad para estudiar en base a la experiencia, actualizar y profundizar nuestros conocimientos y mejorar como profesionales.
Para los terapeutas, entonces, el proceso terapéutico debería ser tomado como una investigación que consta de diversas etapas, fases o momentos, y no comienza con la primera consulta, sino que inicia desde el primer contacto: la solicitud de consulta. Antes de conocerse personalmente consultante y terapeuta, quien solicita la ayuda (muchas veces no lo hace el propio consultante) y la forma en que es solicitada, ya son elementos claves a tener en cuenta por el terapeuta. Lo que parece un simple hecho, como llamar por teléfono o enviar un mensaje para pedir una cita, comporta una infinidad de situaciones previas que no debemos dejar de considerar. En general, quien pide ayuda lo hace después de haber pasado por momentos muy dolorosos, quizás años, y ha llegado a un punto límite en el cual, además, logra reconocer en primer lugar que tiene un problema y luego que sus herramientas propias ya no son suficientes para hacerle frente a la situación que lo aflige; habiendo transitado esto, que ya es un gran paso, logra tener coraje para hacer ese primer llamado o enviar un mensaje. Por esto es importante que consideremos la solicitud de consulta como un pedido de ayuda y que, comprendiendo este trasfondo, seamos empáticos con nuestros consultantes desde este primer momento.