Читать книгу Psicología para terapeutas. Una guía esencial para terapeutas integrativos y complementarios y profesionales de la salud онлайн

39 страница из 59

Es por esto que el proceso terapéutico no puede ser desvinculado de la relación interpersonal que se genera entre terapeuta y consultante, y es por esto que debemos tenerlo en cuenta cuando realizamos diagnósticos o elaboramos hipótesis, pues nuestra influencia puede cambiar por completo el rumbo de la evolución del consultante.

En este sentido, Paul Wachtel, profesor de Psicología y defensor de la integración y convergencia de las ciencias humanas, afirma que “el terapeuta que no tiene en cuenta que lo que observa no es al paciente, sino al paciente en relación con él, está intentando resolver las ecuaciones equivocadas, ya que no incluyen el factor de su propia influencia sobre el paciente, y por tanto, van a arrojar soluciones equivocadas” (Wachtel, 2008).

Por ejemplo, podemos inferir que un consultante es ‘tímido’ porque se muestra cerrado o no se entrega a nuestra terapia, pero es posible que en realidad seamos nosotros los que no logremos ser verdaderamente empáticos con él y que no generemos en él la confianza suficiente que necesita para abrirse, incluso es posible que le hagamos recordar a una figura de autoridad a la que le temía o le teme y a la que no puede enfrentar. Aquí es donde se producen los fenómenos transferenciales y contratransferenciales (en términos psicoanalíticos), que todo terapeuta necesita aprender a manejar, tanto para evolucionar como terapeutas, como para que la relación prospere y la terapia genere resultados positivos. Por supuesto no es tarea sencilla, pero con la práctica todo resulta posible.


Правообладателям