Читать книгу La democracia a prueba. Elecciones en la era de la posverdad онлайн
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En la elección de 2006 frente a la de 2000, el PAN perdió 1 072 000 sufragios, por lo que redujo en 6.5% sus votos entre una elección y otra. Para 2012, el PAN recibió 2.1 millones menos de sufragios que en 2006, por lo que su respaldo cayó en 14.6%. En 2018 el PRI obtuvo 9.8 millones de votos menos que en 2012, esto es, su apoyo se redujo 51.5%. Como se aprecia, el ejercicio del poder ha implicado cada vez más desgaste electoral para el partido gobernante.
El cuadro 2 permite ver desde otro ángulo los resultados de la elección presidencial, que es el triunfo de cada fuerza política en las entidades de la federación. Así, mientras en 2000 y 2012 el candidato ganador de la elección obtuvo también las preferencias en 20 entidades, en 2006 la cerrada disputa electoral se tradujo en una división, en dos, de las preferencias electorales en el territorio nacional. En cambio, la contundencia del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 fue tal que resultó el candidato más votado en 31 de las 32 entidades federativas –sólo en Guanajuato ganó Ricardo Anaya–.