Читать книгу Una arquitecta del cambio social desde el activismo y las políticas públicas. Testimonios de rutas compartidas con Isabel Martínez Lozano онлайн
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El decreto del Distintivo de Igualdad fue mi primera experiencia de desarrollo de una de una ley orgánica y resultó ser, para mí, una extraordinaria fuente de aprendizaje. Tuve que aprender, desde los procedimientos administrativos hasta el manejo de las presiones de los sectores interesados. Pero el respaldo era evidente (Isabel ya había tanteado a los agentes sociales al respecto) y el decreto se redactó y aprobó en poco tiempo y con el contenido que mejor servía a la filosofía de la Ley de Igualdad. Este distintivo tiene por objeto premiar “a aquellas empresas que destaquen por la aplicación de políticas de igualdad de trato y de oportunidades en las condiciones de trabajo, en los modelos de organización y en otros ámbitos, como los servicios, productos y publicidad de la empresa”ssss1. Su impacto ha sido notable. Por una parte, su éxito: El Distintivo de Igualad en la Empresa se convocó, por primera vez en 2010 y, hasta el momentossss1, se han celebrado 10 ediciones y está a punto de resolverse la undécima. Ha sido imitado en diversos países y algunas instituciones (de investigación, por ejemplo) trabajan para poner en marcha sus propios distintivos. A día de hoy, lo han solicitado 1.600 empresas. Un tercio de ellas PYMES. En la actualidad, 158 empresas lucen su Distintivo de Igualdad. Entre todas ellas dan empleo a unas 300.000 personas y, aproximadamente, un 42% de sus plantillas son mujeres. Por otra parte, muchas de las empresas que compiten por alcanzar el Distintivo de Igualdad han dado muestras de una gran creatividad para superar las seculares desigualdades de género en el empleo. Como resultado, numerosas mujeres se están viendo favorecidas por esas creativas medidas de igualdad impuestas por la empresas.