Читать книгу El arbitraje marítimo en Londres. (2ª edición ampliada y revisada) онлайн

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En segundo lugar, el aspecto práctico, esto es, sus funciones. Los Barristers son abogados por cuenta propia y reciben trabajo, entre otros, de los Solicitors para redactar escritos jurídicos (tales como demandas, contestaciones a la demanda, etc.) así como para preparar opiniones jurídicas o recopilar jurisprudencia reciente sobre un punto en concreto. Sus funciones son, en definitiva, de carácter técnico. Los Solicitors, por su parte, se encargan de mantener el contacto directo con el cliente, con el Barrister si las circunstancias lo requieren y con el Solicitor de la otra parte, a la vez que dirigen la estrategia del caso y, si se estima oportuno, las negociaciones de resolución prematura del asunto, sin necesidad de agotar todo el camino procesal. Del mismo modo, los Solicitors vienen facultados para gestionar los fondos que su cliente destine al asunto, aunque, eso sí, bajo unas estrictas normas de contabilidad publicadas por la propia Law Society. En términos muy generales, se podría decir que en asuntos contenciosos, mientras que los Barristers tienen la última responsabilidad de todo lo relativo a la jurisprudencia y a la retórica, los Solicitors se encargan de la probatoria de los hechos.

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