Читать книгу El gobierno de la función legal en las organizaciones. Operaciones legales, Innovación y Digitalización онлайн
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Pero es más, se espera que la Asesoría Jurídica, y en particular el Director de la Asesoría Jurídica en su calidad de directivo de la empresa, participen en el diseño de la estrategia empresarial en dimensiones diferentes a la estrictamente legal. Por su formación y experiencia, su visión de conjunto de la empresa y de su entorno exterior, así como por razón de la objetividad e independencia que le son exigibles, el Director de la Asesoría Jurídica y su equipo deben y pueden ejercer su influencia más allá de los aspectos legales. Así pues, la Asesoría Jurídica puede asesorar libremente, –sin el potencial conflicto de interés que podría recaer en los equipos de negocio promotores de una concreta estrategia o iniciativa–, sobre el impacto reputacional que ciertas medidas o decisiones puedan llevar aparejadas, aun cuando estas medidas o decisiones sean perfectamente conformes con la legalidad. Igualmente, la Asesoría Jurídica está en una posición única para asegurarse de que se pondera adecuadamente en el análisis y diseño de la estrategia empresarial las consecuencias que ésta pueda tener en la calidad de servicio y la experiencia del cliente y, al fin y al cabo, la confianza de éste en la compañía (lo que equivale a su sostenibilidad a largo plazo). Igual que le es exigible a la Asesoría Jurídica que recomiende soluciones que permitan cumplir con la legalidad mientras se reduce cualquier impacto negativo en la experiencia del cliente, la Asesoría Jurídica deberá alzar su voz si la estrategia empresarial tiene como efecto erosionar la experiencia del cliente y su confianza en la empresa y no dudar en proponer alternativas que, cumpliendo con la legalidad y los objetivos de negocio, eliminen o al menos reduzcan todo lo posible cualquier fricción con el cliente.