Читать книгу Un viaje en el tiempo онлайн

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Las bombas nucleares son únicas en el sentido de que no se detonan dejándolas caer. Hay que hacerlas estallar. Antiguamente, la mayoría de las bombas se fabricaban así, pero ya no. Ahora, las bombas se fabrican con cuentas regresivas, temporizadores digitales y detonadores por control remoto que incluso pueden activarse haciendo una llamada telefónica con un código numérico secreto.

Es probable que accidentes como el ocurrido sobre Carolina del Sur ocurran más a menudo de lo que pensamos. Al gobierno seguramente no le gusta informar de este tipo de deslices y, probablemente, los ocultará todo lo que pueda. Sin embargo, lo más asombroso (y lo peor) es pensar en lo cerca que ha estado nuestro planeta de ser completamente destruido, desde el Diluvio en tiempos de Noé hasta la crisis de los misiles en Cuba, cuando Estados Unidos y la antigua Unión Soviética estuvieron a punto de desatar una guerra nuclear. Gracias a Dios, en su misericordia, él mantiene a raya las fuerzas del mal y la destrucción. Como dice el libro de Apocalipsis, los ángeles de los cuatro vientos mantienen los problemas bajo control, ¡y ciertamente han tenido mucho trabajo! Pero algún día, un día glorioso, Dios les dirá que su trabajo en la Tierra ha terminado, que pueden relajar sus músculos y descansar. Y podemos confiar en este Dios porque nunca, nunca ha hecho nada por accidente.

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