Читать книгу Un domingo cualquiera онлайн
23 страница из 38
Voy a recoger la formidable propuesta de la doctora Garbo de gobernar en conjunto, en miras a postulados afines que tenemos en beneficio del país.
Propondremos de inmediato una consulta plebiscitaria simultánea con la elección presidencial, que consulte una reforma a la constitución creando el cargo permanente de vicepresidente de la República; y que resulten elegidos como presidente y vicepresidente, las dos primeras mayorías. Las que podrían, con aplicación inmediata, asumir en las mismas fechas de investidura que establece la actual constitución.
Ambos cargos, en el orden que el electorado lo determine, permitirán de una vez y con proyección de futuro, tener un gobierno con abrumadora mayoría y afinidad, dejando en las páginas de la historia las permanentes contiendas que nos mantienen en constante desarmonía.
El hombre que se dirige hacia las constelaciones planetarias debe tener, al menos, la fuerza que le permita conquistar por ahora las tierras a su cargo.
El que las dos primeras mayorías electorales asuman los cargos de presidente y vicepresidente de la República, formando un gobierno vigoroso, no importa un régimen parlamentario, por cuanto se mantendrá la separación de los poderes, con un Ejecutivo independiente del poder legislativo y con una vasta representación de los ciudadanos.