Читать книгу Un rayito de luz para cada día онлайн

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Un día, Charly llegó a nuestras vidas. Sucio, huraño y hambriento, confió en mis hijitas. Lo bañamos, lo vacunamos, y Charly quedó con nosotros. Emily y Melissa no lo podían creer. ¡Al fin teníamos un perrito! Pero, el lugar era muy pequeño, y creo que eso fue afectando su humor. Acostumbrado a estar libre, no le gustaba estar limitado en un patio pequeño y de cemento.

Cuando lo llevamos a un retiro espiritual, ¡casi se come a otra perrita! Ladraba a nuestros amigos con furia, y estábamos todos bastante incómodos pensando en si mordería a alguien. Pero el momento crucial fue cuando Charly casi lastima a mi hija Melissa en el viaje de vuelta.

Sabíamos que Charly no se podría quedar con nosotros, pero ¿qué hacer? No podíamos simplemente devolverlo a la calle. Oramos con fe, pidiendo a Dios un hogar para Charly. A mí me parecía casi imposible que alguien lo quisiera así. Sin embargo, Dios contesta. Nunca lo dudes.

Una familia que había estado en el retiro y había visto a Charly en acción nos dijo que querían un perro guardián para su campo. A la semana siguiente, lo llevaron. Hoy, Charly vive en un campo, feliz y libre, con una familia que lo quiere mucho.

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