Читать книгу Elige solo el amor: La relación divina. Libro VI онлайн

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Ahora puedes mirar todo tomando distancia de las cosas y permaneciendo sumergido en el feliz recuerdo de que ya has hallado lo que por tanto tiempo has buscado con ahínco. ¿Acaso no es a mí a quien tu corazón buscaba?

Amado mío. Juntos hemos vivido por toda la eternidad, abrazados en la unidad de la verdad. Allí donde existió la vida, en cualquiera de sus formas, allí siempre estuvimos tú y yo. Y así seguirá siendo por toda la eternidad. Somos la extensión de la santidad. Somos la unidad del ser. Somos luz creadora de luz.

Lo que aquí se te está diciendo, desde los abismos de corazón, es que han comenzado nuevos tiempos para ti y para la humanidad. Han comenzado los tiempos de la paz de Cristo en ti. Esta paz no es como la del mundo, procede del cielo y se te ha dado. Ya no hay necesidad de temer a la guerra porque en ti solo existe la verdad.

Fue tu propósito de hallarte a ti mismo lo que hizo que lo lograras. Eres poderoso. Tanto que has arrebatado el cielo para la tierra. Has dado por iniciada una nueva era en la consciencia de la humanidad. Una era signada por la relación directa con Dios. La era de los Cristos vivientes de Dios en la tierra. Una era en la que la humanidad accede a un mayor conocimiento del amor de Dios. La era de la verdad.

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