Читать книгу Elige solo el amor: La relación divina. Libro VI онлайн

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Los que viven abandonados a la verdad, es decir, en la paz de Dios, no están pensando en cómo cambiar la vida de los demás, ni la suya. Tampoco se preocupan por hacer que los que están cerca de él caminen por una determinada senda. Saben que cada alma ha decretado fuera del tiempo, en unión con la voluntad del Padre, transitar un modo particular de vida humana y lo hace. Reconocen que cada alma le pertenece a su creador. No pretenden entrar allí donde nadie ni nada puede ingresar, pues es un espacio inviolable que solo está reservado para el alma y Dios.

La paz y la verdad son una. Esto se debe a que fuera de la verdad no puede existir certeza de ningún tipo. Por eso es que, cuando creas un ámbito donde la verdad es puesta en el lugar central, puedes ser confiable. Esto es algo que experimentas incluso en los diferentes ambientes del mundo. No puedes confiar en la mentira porque en ella nada se sabe con certeza. De ahí el miedo que antes te suscitaba. Ahora que sabes que la mentira puede ser desenmascarada, incluso en el instante en que pretende hacer acto de presencia, no tienes por qué sentirte inseguro de nada.

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