Читать книгу Ni una boda más онлайн

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–Y también tiene un buen trasero.

Ford volteó con rapidez y habló con la mandíbula apretada.

–Ya basta, Reeves.

Un ooh recorrió la mesa, junto con un “lo sabía” de Easton.

Okay, era cierto. Ford también le había mirado el trasero en esos pants de yoga. Había hecho todo lo posible por contenerse, pero entonces ella se inclinó a ver el horno y… bueno, a través de la fina tela de los leggins pudo ver corazones y un indicio de letras, y por un momento se deleitó antes de recordarse a sí mismo que era un caballero.

–Saben, se me olvida por qué salgo con ustedes, tarados –era su turno de nuevo y, como tenía una mano de mierda, se retiró–. Hablando de mujeres, Shep, la tuya está muy organizada. ¿También planea el tiempo que pasan entre las sábanas? ¿Te da una paliza si te sales del programa?

Shep lo volteó a ver. Una sonrisa cruzó su rostro.

–¿Adivina lo que hemos tenido que hacer como padrinos hasta ahora? –su sonrisa se transformó en la mueca de un villano malvado–. Na-da.

–Ni una maldita cosa –corroboró Easton.

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