Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн
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Es el tercero, que muchas veces aparecería antes el engendrado que el genitor, lo cual es del todo imposible; y esto se puede demostrar así: pongamos que Gerardo da Camino hubiese sido nieto del villano más vil que hubiera bebido nunca en el Sil o en el Cagnano, y que aún no se hubiera olvidado la memoria de su abuelo. ¿Quién osará decir que Gerardo da Camino fuese hombre vil? ¿Y quién no estará conmigo al decir que ha sido noble? Cierto que nadie, por más que parezca presuntuoso, porque tal fue y lo será siempre su memoria. Y si no se hubiese olvidado la de su abuelo, como se dice, y fuese éste muy noble, y su nobleza se viese claramente, antes hubiérale temido él que su genitor; lo cual es de todo punto imposible.
El cuarto es que habría hombre tenido por noble luego de muerto, no habiéndolo sido vivo; lo cual sería lo más inconveniente; y esto se demuestra así: pongamos que en el tiempo de Dardano se conservase memoria de sus antecesores de baja condición, y pongamos que en el tiempo de Laomedonte hubiérase borrado tal memoria y llegado el olvido. Según la opinión adversa, Laomedonte fue noble y Dardano villano, en vida. Nosotros, a quienes no ha llegado la memoria de sus antepasados -los de Dardano, digo-, ¿diremos que Dardano, mientras vivió, fue villano, y que muerto es noble?; y no es, contra lo que dice, que Dardano fuese hijo de Júpiter, porque eso es fábula, la cual, discutiendo filosóficamente, no es de tener en cuenta, y aun si con la fábula se quisiese detener al adversario, ciertamente lo que la fábula encubre deshace todas sus razones.