Читать книгу Como lograr el milagro de vivir despierto онлайн

13 страница из 21

Hace treinta años, cuando yo era todavía un novicio en la pagoda de Tu Hieu, fregar los platos era una tarea muy poco agradable. Durante la Estación de Retiro, cuando todos los monjes volvían al monasterio, dos novicios tenían que hacer la comida y fregar, a veces, para más de cien monjes. No había jabón. Solo teníamos cenizas, cascarillas de arroz y cáscaras de coco, eso era todo. Lavar tan enorme pila de boles era una tarea ingrata, especialmente en invierno cuando el agua estaba helada. Entonces tenías que calentar un gran balde de agua antes de poder restregarlos. Hoy día se tiene una cocina equipada con jabón líquido, estropajos especiales e incluso agua corriente caliente que lo hacen todo más agradable. Hoy es más fácil disfrutar fregando. Cualquiera puede hacerlo a toda velocidad para sentarse luego a disfrutar una taza de té. Incluso conozco a un montón de personas que quieren un lavaplatos; Quang, puedo comprender una lavadora, aunque siempre lavo mi ropa a mano, pero un lavaplatos ¡es ir demasiado lejos! ¡Cielos! ¿cómo puede nadie ser tan perezoso?

Правообладателям