Читать книгу Como lograr el milagro de vivir despierto онлайн

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Cuando un trabajador anda por el sendero de tierra roja que conduce a un pueblo, puede practicar la atención mental. Cuando anda por ese sendero rojo, rodeado de parcelas de hierba verde, si practica la atención mental, sabrá que está andando por ese camino, el camino que conduce al pueblo. Practica manteniendo vivo este pensamiento: «estoy caminando por el sendero que lleva al pueblo»; si está lloviendo o hace sol, si el sendero está mojado o seco, él mantiene ese pensamiento. Pero no lo repite de forma maquinal una y otra vez; el pensamiento maquinal es lo contrario de la atención mental. Hay personas que recitan el nombre de Buda como una máquina mientras su mente se dispersa en mil direcciones distintas. Creo que repetir así el nombre de Buda es peor que no recitarlo de ninguna manera.

Si realmente estamos inmersos en la atención mental mientras caminamos a lo largo del sendero que conduce al pueblo, consideraremos cada paso que damos como una maravilla infinita, y la alegría se abrirá en nuestro corazón como una flor, permitiéndonos entrar al mundo de la realidad. A mí me gusta pasear solo por caminos vecinales con arrozales y plantas salvajes a ambos lados, dando cada paso sobre la tierra con atención mental, sabiendo que camino sobre una tierra maravillosa. En tales momentos la existencia es una realidad milagrosa, pero yo pienso que el verdadero milagro no es desplazarse por el agua o el aire, sino andar por la tierra. Todos los días estamos inmersos en un milagro que ni siquiera reconocemos. Simplemente piensa, Quang: el cielo azul, las nubes blancas, las hojas verdes y los ojos negros, curiosos, de tu hijita Hai Trieu Am. Tus dos ojos, Quang, son también un milagro, como ese cielo, esas nubes, esas hojas y sus ojos jóvenes.

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