Читать книгу Seguir soñando historia. Una nueva antología de relatos онлайн

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Trabajé duro, muy duro. Pero lo que ese día me trae a la memoria no es eso sino la historia que me relató uno de aquellos soldados. Era un buen hombre a pesar de verse inmerso en la locura de la guerra, en seguida me di cuenta que no era como los demás y que tenía otras aficiones, diferentes a las de la soldadesca. En realidad eso justo es lo que le hacía estar en la guerra, era su paradoja.

Escritor de obras de teatro, había conocido a su esposa en los escenarios como una promesa de la escena y, casualmente o no, una de sus obras la había encumbrado como una de las oradoras de moda.

Un buen día, uno de los nobles que financiaban su teatro fue llamado a la guerra o a mandar alguien en representación de su casa nobiliaria. El noble, muy sagaz, enfermó previo a la partida y comentó al escritor de obras de teatro que necesitaba a alguien que fuera a la guerra por él pues, entre otras consecuencias, si no lo hacía no podría pagar más teatro. El escritor, persona noble y comprometida con los suyos, decidió ser él mismo quien acudiría en su nombre, como vasallo de esa casa nobiliaria. Así le ordenaron caballero para las lides.

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