Читать книгу Daniel. Una guía para el estudioso онлайн

80 страница из 107

Podríamos considerar este juicio bastante severo, pero tuvo los efectos deseados. Al final del tiempo, cuando Nabucodonosor volvió a su estado normal, también volvió a la conciencia y reconocimiento del verdadero Dios (compare con 2:47; 3:8, 29). El rey reconoció a Dios en su salmo de alabanza al principio del capítulo (vers. 2, 3) y al final del capítulo (vers. 34, 35). Nótese que él glorificó y alabó al Dios de los cielos primero, antes de que hablara de la devolución de su reino y la restauración de su cargo y poder (vers. 34-36). Nabucodonosor ahora veía los asuntos divinos y humanos en su correcta prioridad. En toda esta narración, la frase conclusiva de Nabucodonosor fue: “Y él [Dios] puede humillar a los que andan [como yo] con soberbia” (vers. 37).

Una de las preguntas que hicimos al principio de este capítulo fue: ¿Fue justo Dios al juzgar a Nabucodonosor de esta manera? Ahora podemos ver que la respuesta final a esta pregunta es sí. Sí fue justo de parte de Dios. Aun Nabucodonosor mismo reconoció ese hecho al final de la historia. Cuando andaba entre los animales, probablemente no podía percibir el gran hecho central de Dios en su experiencia personal. Pero cuando fue restaurado a su sano juicio y recordó todo el asunto, ahora sí podía ver la mano de Dios en todo. En esta coyuntura de su vida, Nabucodonosor se convirtió en un creyente del verdadero Dios, en contraste con los dioses falsos del politeísmo a los que había adorado anteriormente.

Правообладателям