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Para intentar ponerlo negro sobre blanco -en ese orden- es necesario hacer primero dos comentarios.

El primero es a una inmensa falta de reciprocidad. Los ecuatoguineanos manejan muchísima información sobre España. El ciudadano medio sigue en televisión las noticias de nuestro país, tiene familiares en la península y está al día de los vaivenes de nuestra coyuntura política. De la liga de fútbol, ya ni hablemos.

En España en cambio la ignorancia acerca de Guinea Ecuatorial (¿dónde está?) resulta escandalosa. Ni se conoce ni importa no conocerla.

España ofrece a los naturales de Guinea el ser españoles, que como dijo José Antonio es una de las pocas cosas serias que se puede ser en este mundo, aseguró una vez Carrero Blanco.8

Ignoro por qué José Antonio (Primo de Rivera) diría tal cosa, pero en sí mismo ´español´ (…yo soy español, español, español hay quien grita entusiasmado) me parece una afirmación de identidad bastante extraña. De todas maneras prefiero, por el momento, no meterme en ese jardín.

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