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Reír

El especialista en hacer reír era Bruno. Dondequiera que fueran, él sabía qué decir o cómo actuar para que al resto les entrara un ataque de risa.

Algunas veces iban andando hasta el Parque Rodó y, si tenían algo de dinero, se subían a los juegos mecánicos.

En una de esas atracciones se subieron todas las chicas y Bruno se sentó frente a ellas con la intención de hacerles una de sus divertidas actuaciones. Cuando comenzaron las sacudidas al ritmo de la música, él empezó a gesticular haciendo como que se caía accidentalmente con las manos encima de los pechos de la chica que estaba sentada a su lado. No llegaba a tocarla, sólo hacía la mímica, demostrando un perfecto dominio de su cuerpo al controlar los movimientos a pesar de las violentas sacudidas del aparato.

Pocas cosas les había hecho reír tanto a las amigas que miraban todo desde el otro lado de la plataforma.

Besar

A Daniela siempre le habían gustado los chicos y había aprendido a relacionarse con ellos de una manera natural. No necesitaba dar rodeos ni inventarse artificios para acercarse a alguno que le gustara e iniciar una conversación. Había notado que eran mucho más abiertos a ese tipo de abordaje de lo que sus amigas creían.

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